Los ácidos biliares totales son desoxicólico, quenodesoxicólico y cólico, y los conjugados colilglicina, quenodesoxicolilglicina, sulfolitocolilglicina, desoxicolilglicina. Estos últimos se encuentran en la bilis y el intestino delgado, son los más polares, hidrosolubles y de mayor importancia fisiológica.
Las formas ácidas son escasamente solubles, están en el colon y en sangre venosa. Los ácidos primarios se conjugan en el hepatocito con aminoácidos y se secretan como bilis en el intestino, donde son reabsorbidos transformándose en ácidos biliares secundarios. Por el sistema portal van al hígado para continuar el ciclo. Algo también se pierde por materia fecal.
¿Cuál es el significado clínico de un examen de ácido biliar?
Debido a su organoespecificidad son los únicos que reflejan el estado del hígado sin estar influenciados por otros fenómenos que ocurran en el organismo. Siempre valores elevados de ácidos biliares están en concordancia con la disfunción hepática.
En medicina laboral se los ha propuesto como marcadores de hepatotoxicidad en trabajadores expuestos.
¿Cuál es la útilidad clínica de un examen de ácido biliar?
- Diagnóstico de disfunciones hepáticas mínimas cuando aún no se han modificado otros parámetros bioquímicos.
- Evaluación de la función hepática. Índice de gran valor para medir la función hepática, metabólica excretora; puede acentuarse su valor en los casos dudosos, practicando el examen posprandial del suero (en las disfunciones hepatobiliares se registra un aumento sérico de los ácidos biliares después de la ingestión de alimentos, este aumento posprandial está considerado como una prueba muy sensible de la función hepatobiliar).
¿ Cuáles son los variables por enfermedad al detectarse en un examen de ácido biliar?
Aumentado: Insuficiencia hepática, ictéricos o no (hepatitis crónica, cirrosis alcohólica o criptogenética, cirrosis biliar primaria). También en la ictericia obstructiva y en enfermedad hepática inducida por drogas. No se alteran los valores en la ictericia hemolítica (síndrome de Gilbert, y otros) hemocromatosis y enfermedad poliquística del hígado.
Un “shunt” portosistémico espontáneo o quirúrgico los eleva marcadamente, aunque no exista una insuficiencia hepato celular. Todos se benefician de las pruebas exactas de ácidos biliares en la clínica
La prueba Ácidos Biliares es la prueba de función hepática más sensible, de ejecución más sencilla y más específica en cuanto al hígado.
Los ácidos biliares séricos son un indicador mucho más sensible del funcionamiento hepático que la bilirrubina o albúmina séricas, que con frecuencia vuelven a sus valores normales mucho antes de que lo haga la función hepática.
La capacidad de evaluar las hepatopatías en la clínica durante las visitas de los clientes le permite ofrecer soluciones inmediatas para sus mascotas y le ayuda a forjar relaciones más sólidas con los clientes.
La obtención de resultados rápidos en la clínica le permite gestionar mejor su tiempo, ya que elimina la necesidad de repetición de las visitas y múltiples citas para los dueños de las mascotas.
Los ácidos biliares son compuestos de 24 átomos de carbono dihidroxilados o trihidroxilados, que derivan del colesterol. Por lo tanto son esteroides, una clase de lípidos insaponificables. Además, estos ácidos, son derivados estructurales del ácido cólico, que se caracteriza por tener en el C17 una cadena alifática ramificada de 5 átomos de carbono, destacando:
- El ácido cólico (hidroxilado en posición 3α, 7α y 12α).
- El ácido desoxicólico (hidroxilado en posición 3α y 12α).
- El ácido litocólico (hidroxilado en posición 3α).
- El ácido hiodeoxicólico (hidroxilado en posición 3α y 6α).
- El ácido quenodesoxicólico (hidroxilado en posición 3α y 7α).
- El ácido ursodesoxicólico (hidroxilado en posición 3α, 7β).
Componen la bilis, en la que se encuentra formando sales que actúan como detergentes en el intestino delgado, al disminuir la tensión superficial de las grasas, provocando la emulsión de las mismas, que se degradarán posteriormente por la acción de las lipasas. Son necesarios para la absorción de las vitaminas liposolubles. Tienen una acción catártica suave, mejoran el drenaje biliar y evitan la presencia de infecciones, ya que la bilis es un excelente caldo de cultivo.
Con gran frecuencia aparecen conjugados a glicina y taurina. Así, el ácido cólico formará los ácidos taurocólico y glicocólico, formando el grupo de los ácidos biliares secundarios.
Recientemente se está viendo que además son moléculas relevantes en la señalización celular y que actúan tanto en el hígado como en otros órganos y tejidos. De hecho, a través de la activación de receptores como el de la vitamina D u otros receptores nucleares (FXR, NR1H4)) regulan rutas metabólicas de lípidos yde hidratos de carbono, siendo sus efectos importantes en la homeostasis energética del organismo. Es por ello la importancia de exámenes de ácidos biliares.
Aunque parezca paradójico, las sales biliares no son las sales de los ácidos biliares, sino las sales sódicas o potásicas de los ácidos taurocólicos o glicocólicos.
Los ácidos biliares primarios son aquellos que se forman en el hígado, a partir del colesterol. Los más abundantes son cólico y chenodesoxicólico. Pasan a la bilis y, tras verterse al intestino delgado, se pueden transformar en ácidos biliares secundarios (principalmente desoxicólico y litocólico) por acción de enzimas de las bacterias de la flora intestinal.
Las sales biliares no son las sales del grupo carboxilo de los ácidos biliares, sino los productos de su conjugación, por formación de un enlace amida, con uno de dos aminoácidos: bien la glicina (ácidos glicocólicos) o la taurinaglosario (ácidos taurocólicos). Se generan en el hígado y se secretan en la bilis, junto con los ácidos biliares. Por todo ello, la importancia de los exámenes de ácidos biliares.
También puede revisar el siguiente enlace: Acetona sérica