El examen de rubéola Ig G se hace para conocer si se poseen suficientes anticuerpos que protejan frente al virus de la rubéola; así como para confirmar una infección antigua o detectar una infección reciente.
La rubéola, también conocida como rubéola o sarampión alemán, es una infección viral contagiosa que se distingue por un sarpullido característico. La rubéola no es lo mismo que el sarampión, aunque ambas enfermedades comparten algunas características, como el sarpullido rojo. Sin embargo, la rubéola tiene como causa un virus diferente al del sarampión, y no es tan infecciosa ni grave como este.
¿Cuándo hacer el análisis de la rubéola?
Antes de un embarazo o al inicio del mismo para confirmar el estado inmunitario; cuando una mujer embarazada presenta síntomas de rubéola, como fiebre y erupción cutánea; cuando un recién nacido muestra signos de un desarrollo anormal o defectos congénitos que pueden atribuirse a una infección intrauterina; cuando existe la necesidad de confirmar una infección reciente por rubéola o de comprobar el estado inmunitario.
¿Qué muestra se requiere para el examen de la rubéola?
La determinación se realiza a partir de una muestra de sangre venosa; a veces, a partir de sangre obtenida por punción del talón o del cordón umbilical en el recién nacido.
¿Es necesario algún tipo de preparación previa?
Para esta prueba de rubéola Ig G no se necesita ninguna preparación especial.
¿Para que se usa el examen de la rubéola Ig G?
El análisis de los anticuerpos contra el virus de la rubéola se utiliza para:
- Confirmar la existencia de una protección adecuada frente al virus (inmunidad)
- Detectar una infección reciente o antigua
- Identificar aquellas personas que nunca han estado expuestas al virus y aquellas que no han sido vacunadas
- Verificar si todas las mujeres embarazadas o que planifiquen un embarazo tienen una cantidad suficiente (título) de anticuerpos frente al virus de la rubéola, que las proteja de una infección
Se debe realizar el análisis de los anticuerpos tanto IgM como IgG en cualquier persona, embarazada o no, con síntomas sospechosos de una infección por rubéola. También debe realizarse en un recién nacido si se sospecha que ha adquirido la infección durante el embarazo o si al nacimiento presenta defectos congénitos que hagan pensar que pueden ser debidos a una infección por rubéola. Por todo ello, la importancia de realizar el rubéola Ig G.
¿Para qué se solicita el examen de rubéola Ig G?
El análisis de la inmunoglobulina G (IgG) contra el virus de la rubéola se pide a las mujeres embarazadas, a las que planifican quedarse embarazadas, o siempre que se requiera una comprobación del estado de inmunidad frente a la rubéola. Las pruebas para detectar anticuerpos IgM e IgG contra el virus de la rubéola se solicitan cuando una mujer embarazada presenta signos y síntomas que hacen sospechar una infección por rubéola.
Entre los signos y síntomas se incluyen:
- Fiebre moderada
- Erupción de color rosado que empieza en la cara y el cuello, y posteriormente se extiende hacia tronco, brazos y piernas; al mismo tiempo que la erupción se extiende por el cuerpo, va desapareciendo de la cara
- Congestión nasal
- Enrojecimiento o inflamación de los ojos
- Dolor de las articulaciones
- Inflamación de los ganglios linfáticos
Debido a que muchas enfermedades pueden presentarse con síntomas parecidos, el médico necesitará solicitar estas pruebas para poder confirmar el diagnóstico.
Las pruebas para detectar anticuerpos IgM e IgG contra rubéola deben solicitarse en un recién nacido cuando a la madre se le diagnosticó una infección por rubéola durante el embarazo o cuando un recién nacido presenta defectos congénitos como pérdida de audición, anomalías cardiovasculares, cataratas y/o afectación del sistema nervioso central, que podrían ser debidos al síndrome de la rubéola congénito (SRC).
Dado que los anticuerpos IgM e IgG contra rubéola tardan cierto tiempo en aparecer después de la infección, las pruebas pueden repetirse a las 2-3 semanas para comprobar si la concentración de anticuerpo ya es detectable (en el caso de que inicialmente no lo fuera) y para determinar si la concentración aumenta o disminuye con el tiempo.
¿Qué significa el resultado tras practicarse el examen de rubéola Ig G?
La ausencia de anticuerpos IgG frente a la rubéola significa, en un adulto o en un niño, que la persona probablemente no ha estado expuesta al virus de la rubéola ni ha sido vacunada, y por tanto no está protegida frente a él. La presencia de anticuerpos IgG, sin anticuerpos IgM, indica una historia de exposición anterior al virus o vacunación, y significa que la persona examinada debería presentar inmunidad frente al virus de la rubéola.
En un recién nacido, la presencia de anticuerpos IgG sin anticuerpos IgM significa que los anticuerpos IgG de la madre han pasado al feto durante el embarazo, y que estos anticuerpos pueden protegerlo de una infección por rubéola durante los primeros seis meses de vida.
La presencia de anticuerpos IgM en un recién nacido indica que contrajo la infección durante el embarazo ya que los anticuerpos IgM de la madre no pueden pasar al feto a través del cordón umbilical. La presencia de anticuerpos IgM, acompañados o no de anticuerpos IgG, en un niño o en un adulto, indica una infección reciente por el virus de la rubéola. Por todo lo mencionado, la importancia de realizar el examen de rubéola Ig G.
¿Deben vacunarse contra la rubéola las mujeres embarazadas?
La vacuna de la rubéola no debe ser administrada a una mujer embarazada. Además, debe evitarse el embarazo al menos durante el primer mes tras la vacunación.
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